viernes, 20 de agosto de 2021

Cubiertos comestibles para reducir los residuos plásticos


Mijo, arroz, trigo, sorgo, y almidón de maíz se combinan y forman una pasta que resulta sabrosa al final de cada comida. Dulces o salados, condimentados con pimienta, jengibre, canela, remolacha, zanahoria, etcétera, son muchas las empresas que apostaron a su producción en distintos países del mundo. 

En Japón, por ejemplo, restaurantes de renombre utilizan palillos comestibles. Y en la India ya se fabrican hace más de una década, enriquecidos con hiero, zinc, magnesio, calcio y ácido fólico. La misma empresa impulsa a los consumidores a realizar sus propias vajillas comestibles.

Algunas empresas ofrecen diseños atractivos. Además, si los utensilios solo estuvieron en contacto con alimentos secos (pan, por ejemplo) pueden volver a utilizarse.

Vasos comestibles elaborados con algas, para que no contaminen el gusto de la bebida no poseen sabor 

Tazas hechas con galletitas, cubiertas con azúcar para impedir que el líquido caliente los derrita.



En Argentina, la empresa Ecotown comercializa variedades de platos, cubiertos, bowls y papeles protectores de alimentos. Biodegradables: si no se comen, se los deshecha como cualquier residuo y al cabo de pocos días  ya no no quedan rastros.





Las innovaciones tecnológicas continúan y el diseño industrial y la gastronomía unen conocimientos para producir utensilios crujientes y prácticos, elaborados con frutas y hortalizas, en reemplazo de los pastosos elaborados con almidón de maíz


En Brasil, una cadena de hamburguesas, invita a comer sus envoltorios. Ya existen empresas que se dedican a la producción de empaquetados comestibles para diferentes alimentos, lo que reducirá visiblemente los deshechos plásticos.





Esta hamburguesa invita a hincar los dientes con papel inclusive, el cual puede comerse al mismo tiempo sin quitarle sabor a su contenido. 



Un envoltorio tan viejo como rico

Harina, manteca, bastante azúcar, leche y vainilla son una variante de ingredientes para elaborar este antiguo recipiente comestible.


Y si pensamos en los cucuruchos de helados, esta práctica culinaria, que ahora suma el cuidado del medio ambiente, no es nueva. A comienzos del siglo XX su uso se populariza en los Estados Unidos: en una exposición gastronómica de 1905, un heladero se quedó sin tazas y contó con la ayuda de un pastelero sirio que le facilitó sus "barquillos" crujientes que, al doblarlos, contuvieron la crema helada. ¡El éxito fue inmediato! Todos los visitantes quisieron probar ese invento.