sábado, 30 de agosto de 2025

Kéfir, la leche milagrosa: de granos mágicos a superalimento probiótico

 El Kéfir es leche fermentada de similar textura al yogur, aunque ligeramente efervescente.



Las antiguas comunidades que se encontraban en la región del Cáucaso lo producían celosamente y transmitían sus granos de generación en generación, ya que le atribuían propiedades mágicas.


Majestuosas montañas, ríos caudalosos de agua cristalina, lagos glaciales componen el Cáucaso, región, entre el mar Negro y el mar Caspio.


Al transportar la leche recién ordeñada en sacos de piel de animal, esta, por acción de microorganismos vivos, se espesaba ligeramente y adquiría un sabor ácido. Las distintas poblaciones caucásicas la consumían y consideraban un regalo del cielo, tanto por su origen como por sus beneficios para la salud.



De hecho el término kéfir es una adaptación de las lenguas túrquicas (keyif o keif) y significa "sentirse bien", "sensación placentera". 

El Kéfir durante el siglo XX se extendió por todo el mundo y hoy es considerado el alimento probiótico más beneficioso para la salud ósea, ya que además de aportar calcio es rico en vitamina K2, la cual ayuda a la absorción del mineral en los huesos.










¿Sabías que los granos de kéfir de leche son también llamados búlgaros? Con ese nombre llegó a nuestras latitudes, si bien Bulgaria no se encuentra en territorio caucásico, allí es un alimento tradicional de destacado consumo.