La Real Academia Española define al vocablo alfajor (de acuerdo a su uso en América) como golosina compuesta por dos rodajas delgadas de masa adheridas una a otra con dulce y a veces recubierta de chocolate, merengue, etc.
En España, alfajor (rosquilla de alajú) alude a una torta de miel y frutos secos (avellanas y nueces) unidas por dos obleas, consumida, sobre todo, en las Fiestas de Navidad.
Por lo tanto podemos afirmar que lo que aquí conocemos como alfajor es una golosina de origen latinoamericano y, si me apuran, me animo a asegurar que es un invento argentino.
En 1851 don Hermenegildo Zuviría inaugura en Santa Fe uno de los primeros establecimientos de despacho de bebidas y comestibles donde elabora el primer alfajor argentino.
En la actualidad hay numerosas marcas de alfajores tanto industriales como artesanales. Incluso, aquellos que eligen una alimentación natural y equilibrada encuentran su alfajor. De algarroba relleno con batata o dulce de leche, de quinoa con sabor a fruta y el de arroz cubierto con chocolate blanco y negro. También encontramos alfajores elaborados con harina integral y avena arrollada de diversos rellenos.
Panaderías y confiterías nos tientan con los alfajores de maicena de variados tamaños y, todos, riquísimos. La industria también los elabora: El Cachafaz es una versión con capas esponjosas.
La masa de El Cachafaz invade la boca. |
La variedad de gustos y tamaños es tan inmensa que siempre, a sus fanáticos, nos queda alguno para probar. Triples o simples, cubiertos con merengue o azúcar impalpable. De sabor a nuez o maní, además de los clásicos de chocolate, de dulce de leche o de membrillo y, también, con rellenos de mousse de chocolate o limón.
En San Clemente del Tuyú, una panadería del centro elaboraba unos alfajores gigantes con cobertura deliciosa de chocolate blanco con Mantecol, de chocolate negro con nueces molidas y de merengue con dulce de leche.
Por algo es que los turistas se llevan pilas de cajas de alfajores argentinos.
Tenemos los tradicionales de la costa atlántica como los Havanna y Balcarce, pero también los regionales de Santa Fe, Córdoba y Santiago del Estero. Los primeros tienen relleno de dulce de leche y están cubiertos con un delicioso merengue. Los que saben dicen que el secreto está en la masa de las tapas que no tienen azúcar. Los cordobeses se caracterizan por su relleno de fruta y cobertura de glasé y los de Santiago del Estero, muy crocantes, están rellenos de dulce de leche y cubiertos con merengue.
Una mención aparte merecen los tucumanos, rellenos con una crema de miel de cañas se los conoce como Claritas y son una delicia. La marca Alfajores Del Tucumán elabora unos muy ricos con el nombre Cocheritos.
Cocheritos de Alfajores Del Tucumán |
Riquísimos los santiagueños |
Havanna, tradicional de Mar del Plata |
Otro marplatense que se destaca |
También, Perú, y Chile tienen sus propios clásicos. En Perú, es característico el Trujillo: compuesto con cuatro capas gruesas rellenas con una pasta de dulce, higo, membrillo y nueces. Chile produce sus simpáticos Chilecitos rellenos con dulce. Los mexicanos llaman alfajor a un dulce elaborado con coco, azúcar y leche al que pintan con colorante vegetal en la superficie.
En México, el alfajor es un dulce de coco. |
Estos riquísimos alfajores se elaboran con Torrontés: http://www.alfajordevino.com.ar |
Puro chocolate con leche |
Volvamos a Argentina. Un recuerdo muy especial para Ángel de Pascalis quien durante 50 años endulzó las mañanas y tardes de miles de chicos cuando vendía cada día toda su producción: 8000 docenas del riquísimo y popular Capitán Del Espacio, en sus dos versiones de dulce de leche y chocolate. Ambos con una masa de cacao más algunos ingredientes secretos.. Tenía su fábrica en Ezpeleta que había comprado en 1961 y fue un ejemplo de honestidad y trabajo. En el año 2006 Capitán Del Espacio ganó el Mundial de Alfajores compitiendo con grandes y publicitadas marcas.
Capitán Del Espacio |
Un dato: En Argentina se consumen alrededor de 7 millones de alfajores por día.