Il capo de tutti gli yogurt nos dice el envase de Vito; un yogur muy similar a aquellos que hacía La Vascongada y los ofrecía en esos tentadores vasos de vidrio.
Sin embargo, Vito le sumó otro atractivo que enriquece aquel sabor que siempre recordaremos. A sus distintos gustos, inclusive el exquisito tradicional, les agrega un toque de mascarpone...
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Así como el yogur girego se enriquece con crema, Vito le agrega un toque del más exquisito mascarpone. |
Además del tradiconal, Vito se presenta en tres variedades, ciertamente, originales y bien gourmet: Pera y nueces pecán, naranjas más pistachos y frutilla más avellanas.
No deje de probarlos y cuéntenos cuál prefiere. Yo elijo el tradicional; como dicen los mismos elaboradores de Vito: Molto ricco!
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Suculento, envuelve el paladar con una textura untuosa. |
Blanco y cremoso, de sabor único ¡y con espíritu italiano! |
Un poco de historia
Las primeras elaboraciones de yogur y otros derivados lácteos se remontan a períodos anteriores a la agricultura. Fue en la actual Turquía y Asia Central donde poblaciones nómades lo descubrieron accidentalmente al transportar la leche, en sacos de piel de animales,
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Ell yogur, una variedad de leche fermentada: Las bacterias de la leche en contacto con la piel animal se multiplicaban por acción del calor y transformaban la leche en una masa semisólida: |
El Imperio Otomano en su avance por el territorio europeo lo difundió en Occidente durante el siglo XVI, pero fue a comienzos del siglo XX cuando se reconocen desde la ciencia sus propiedades digestivas y el aporte de nutrientes y vitaminas gracias al científico ruso Metchnycoff, que obtuvo el premio nobel en 1908.
Antigua publicidad de La Martona que pone en valor las bondades de la leche cuajada y el descubrimiento del microbiólogo ruso. |